Los 5 mitos que sigues creyendo de las infecciones de transmisión sexual (ITS)
Nadie quiere escucharlo (ni
leerlo), pero es verdad: las enfermedades de transmisión sexual son
increíblemente comunes, y tú tienes altas probabilidades de tener una, o de
contraerla en algún momento de tu vida. Culturalmente es importante hablar más
sobre el tema, pero habiendo tanta información falsa, es probable que creas
saberlo todo.
1. Si tuvieras una, lo sabrías
La mitad de la población mundial
contrae una ITS en algún punto de sus vidas, y la mayoría no se da cuenta. Las
ITS pueden volar debajo del radar por meses o hasta años sin exhibir síntomas
notorios. Por ejemplo, la clamidia es una infección que aparece sin síntomas,
pero si no recibe tratamiento, podría provocar infertilidad, dolor pélvico
crónico y complicaciones en el embarazo.
2. Debes tener sexo para contraer una ITS
Algunas enfermedades, como el
herpes o el VPH, pueden transmitirse a través del contacto con la piel. Así que
podrías contraer herpes con un simple beso.
3. Entre más limpia seas, menos probabilidades tienes de contraer una ITS
Métodos de prevención como lavarse
los dientes después de dar sexo oral o hacerse una ducha vaginal después del
sexo NO funcionan. De hecho, la limpieza excesiva podría tener un impacto
negativo en el equilibrio de las bacterias en tu organismo, debilitando tu
sistema inmunológico.
4. Sólo puedes contraer una ITS por otra persona
De hecho, puedes contraer una
infección con el contacto de un juguete sexual, especialmente si lo has usado
con alguien. El uso de juguetes sexuales sucios también provoca irritación en
la piel y otras infecciones, así que debes asegurarte de ser lo más higiénica
posible con ellos.
5. La ubicación de tu herpes te dice qué tipo es
A pesar de lo que muchos doctores dicen, las variantes del herpes, HSV-1 y HSV-2 pueden ser, tanto orales, como genitales. Cuando el sexo oral es menos común, hay mayores probabilidades de que el HSV-1 sea oral y el 2 genital. Todavía es probable que el tipo 1 esté en la boca y el tipo 2 en los genitales, pero estas probabilidades cada vez se van volviendo más equitativas. En otras palabras, no sabrás qué tipo de herpes es, hasta que te hagas un estudio.
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